martes, 27 de mayo de 2014

jugando ando

disponerse a aprender una disciplina artistica requiere algo de coraje y valentía. No porque hubiera grandes riesgos, si no porque implica adentrarse en un terreno desconocido. Es confrontarse con los propios límites, con los miedos al ridiculo y al fracaso, con las exigencias. Los tiempos de aprendizaje suelen ser mas lentos de lo deseado y habrá que trabajar la ansiedad y la frustración.
Cuando intento pensar en qué es la musica siempre la relaciono con el juego, con las ganas de explorar, de mezclar sonidos, de entregarse al momento. Vincularnos con nuestra capacidad de juego es la mas eficaz forma de adentrarnos a lo desconocido desde la curiosidad y el deseo y de esta forma desactivar el adulto adaptado al sistema que nos pide exito y resultados. Quizá esa sea una de las funciones del arte en esta sociedad, si es que debe tener alguna...quizá ese sea el sentido: el no tenerlo y simplemente seguir un llamado mas profundo del que no sabemos casi nada.


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